Este blog forma parte del proyecto narrativo Cuéntalo Todo, bajo la dirección del maestro Sandro Cohen dentro de la materia Redacción Universitaria del Departamento de Humanidades, División de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco.



domingo, 28 de octubre de 2012

Entre la vida y la muerte



Existen sucesos que alteran nuestra vida para siempre. También están los que transforman nuestras ideas. En ocasiones coinciden: los hechos ocurridos el día de ayer dieron un giro total en mi vida.
Recibí una llamada por la mañana.
–Buenas tardes, llamamos del Hospital Los Ángeles. ¿Usted conoce al joven Roberto Pérez? –dijo el médico
Si, que se le ofrece.
– ¿Qué parentesco tiene con él?
–Es mi novio. Le sucedió algo. –respondí muy asustada.
–Si señorita. Él joven sufrió un accidente. Urge que se presente a reconocerlo y pueda seguir un tratamiento.
Ok. Dígame la dirección.
–Av. Médicos s/n, Hawái.
–Gracias en seguida voy, y colgué.
De inmediato tome el primer vuelo que se dirigía a Hawái. Al llegar pregunté por Roberto y la enfermera me llevo con el doctor.
–Qué le sucede a mi novio doctor –pregunte muy alterada.
–Él se encuentra muy grave. Sufrió un terrible accidente y ahora necesita un tratamiento urgente. Si gusta pase a verlo.
Acepte de inmediato. Entre al cuarto en donde estaba Roberto, lo mire y lentamente le di un beso. Él abrió los ojos, sonrió y lo único que salió de sus labios fue: “Lola”.
En ese momento me quede atónita. Yo lo amaba, pero ya no sabía si él sentía lo mismo por mi. A pesar de eso, no me importaba ayudarlo, era más grande el amor que le tenía.
Yo también necesitaba cuidarme. Fui a buscar un hotel para alojarme y me dirigí a comprar algo de comida. Tenía antojo de chocolate, un trozo de tarta y una rica malteada de fresa. Mientras comía, recordaba las palabras de Roberto. ¿Qué significado tenían? Debía investigarlo, mientras tanto debía mantener a salvo a mi novio.
Durante la noche, encontré a Lola en el mismo hotel.
–Hola, ¿amiga qué tal te va? –dije.
– ¡Muy bien! –respondió nerviosa.
– ¿Qué tienes Lola, te sientes bien?
–No. Discúlpame, por mi culpa Roberto esta tan grave. Yo no quería que eso sucediera, pero él quiso…
– ¿Él quiso qué? Lola, no te vayas. Vuelve, te buscare y me las pagaras –respondí muy enojada.
Cada vez había más suspenso entre esos dos. No sabía la razón de la “casualidad” del viaje de ambos. Acaso, ¿estaba en lo cierto? ¿Ellos eran amantes?
Mi cabeza estaba llena de ideas. Lo único que quería, es que mi relación con Roberto, fuera como una historia de hadas, y no como la típica historia infiel. Ya estaba harta, no quería saber nada. En ese momento, llegó Jorge, un viejo amigo.
– ¿Porqué tan triste nena? –preguntó.
–Pues, he estado viviendo muy malos momentos en mi vida.
–Déjame adivinar: Lola y Roberto. Si los he visto varias veces juntos. Solo no pienses mal. Créeme, él te ama más de lo que piensas.
–Eso no me lo ha demostrado. Por culpa de ella, esta a punto de morir y yo… Olvídalo, seguirá siendo un secreto, nadie lo va a saber.
–Lo que te puedo decir, es que Lola no te engaña con Roberto –dijo Jorge.
¿Lola era amante de mi novio? O ¿Por qué estaban juntos?          


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