Este blog forma parte del proyecto narrativo Cuéntalo Todo, bajo la dirección del maestro Sandro Cohen dentro de la materia Redacción Universitaria del Departamento de Humanidades, División de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco.



sábado, 20 de octubre de 2012

Nuevos labios

“Los hombres como tú no duran mucho tiempo solos. Necesitan el conflicto para sentirse vivos”. Así fue como le advertí que no tardaría en buscarme; soy Jenny y siempre me ha gustado probar labios de todos los sabores, formas y tamaños pero jamás he podido encontrar unos labios sensuales y ricos.
Desde el momento que pruebo algo nuevo todo cambia, está vez así sucedió, sin embargo,  no con los resultados que imaginaba. Inicie una nueva relación con un chico llamado Jordán, él tenía unos labios hermosos pero de pronto todo fue distinto, debido a que comenzamos una crisis de pareja por una disfunción sexual que puso a prueba la continuidad de nuestro noviazgo, en ese momento me di cuenta que debía  descubrir un nuevo mundo lleno de placeres y buscar otro tipo de labios así que llame a mi mejor amiga Lola, le platique lo que me había sucedido y de inmediato fue a mi casa, estábamos tomando una copa de vino cuando de repente nos acordamos que ya llevábamos ocho años de amistad y nos conocíamos muy bien, una y otra sabíamos todas las aventuras que ya habíamos vivido.
Después de  una larga charla, Lola me dijo: amiga, te quiero mucho y le respondí: yo también amiga; Lola muy avergonzada dijo: no amiga, yo te quiero de una manera muy distinta, tus labios son muy sensuales y me encantaría besarlos. Fue muy extraño eso porque yo solo la veía como una gran amiga,  al llegar la noche me puse a pensar en algunas características de los labios y el tipo de labios que ahora buscaba, estos debían ser suaves y dulces, rosados, humectantes y llamativos, sin olvidar que sean reproductores de besos aparentando ser la puerta de entrada, ese espacio que muchas veces descuidamos siendo una de las partes más sexis de la mujer, aquellos que se deben cuidar de una manera muy especial.
Todo lo que buscaba lo tenía una sola persona, aquella personita especial que ya conocía, tenía unos sentimientos únicos, sus labios siempre estaban humectados, era algo excitante ver a esa persona y la última vez que nos vimos, nos habíamos quedado con  ganas  de….
Con ganas de besarnos; aquellos labios eran difíciles de olvidar pero mi temor era el que van a pensar las personas. Un día por casualidad lo encontré, su nombre es Roberto y era aquél que tenía unos labios fabulosos, le pregunte si tenía novia y me respondió: un no, eso fue magnífico para mi, pero él tenía antojo de probar estos labios y los otros…
Los otros besos que había probado eran comunes y estaba en busca de unos labios rosados que al probarlos tuvieran un sabor dulce y húmedo. Decidimos iniciar una relación y luego de dos meses nos fuimos conociendo cada vez un poco más, una noche que salimos sentados a la luz de la luna me dijo: es un gusto sentir que nuestros labios se entienden, que el deseo es pleno y compartido, me encanta estar a tu lado, a lo que respondí, gracias Roberto, a mí me encanta sentir tus manos en mis piernas, comerme tus labios, acariciar tus brazos y tus hombros, sentirlos firmes, protectores, viriles, mientras tus manos se aferran a mi cintura y tus besos hurgan mi escote. Me encanta cuando me desnudas y cuando pides que te desnude.
Roberto felizmente contesto, jamás quisiera perderte porque quisiera seguir probando estos labios y los otros…. Los otros besos que me regalas día con día con gran sensualidad y erotismo.

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