Este blog forma parte del proyecto narrativo Cuéntalo Todo, bajo la dirección del maestro Sandro Cohen dentro de la materia Redacción Universitaria del Departamento de Humanidades, División de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco.



sábado, 3 de noviembre de 2012

Besos de sangre


Jorge, intimo amigo de la familia. Colega y compañero de trabajo con Roberto. Ambos vinculados en negocios, pero ¿qué clase de negocios hacían? Jamás me lo han dicho. ¿Por qué Roberto había tenido un accidente? ¿Lola tenia algo que ver con todo esto? ¿Mi novio y mi mejor amiga eran amantes? Ya no sabia que pensar.
Lo que si tenía bien presente: era el amor tan grande que sentía por Roberto. Después de algunos días decidí regresar a México. Mi vida ya no era igual. Por más que intentaba olvidarlo lo tenía presente en cada lugar. Cada recuerdo que habíamos vivido era inolvidable. Me llamaba y no respondía. Ya no quería saber nada de él.
Un día, al llegar de la universidad encontré sobre mi cama una rosa negra, con una nota que decía: “Bienvenida a un nuevo mundo. Ahora solo recibirás lágrimas”.
No tenía sentido eso, pero me dio miedo ¿recibir lágrimas? ¿Por qué o para qué? Hace mucho tiempo que no sabía nada de esos traicioneros. Ignore aquello y continúe haciendo mis cosas. Luego de un rato me llego una carta. Era Roberto; no sabía que sentir. La leí y en ella decía:
“Hola mi amor, sabes te extraño tanto. Sé que no quieres saber nada de mi, pero ya estoy bien, Gracias por haber estado a mi lado en el hospital, por preocuparte tanto y sobre todo por hacer todo lo posible para que estuviera bien.
No quisiera perderte por nada. Eres el amor de mi vida. Lo único que me queda decirte es que te cuides mucho. Si es necesario daré mi vida para protegerte.
¿Recuerdas aquellos negocios, a los que me dedico con Jorge? No son buenos amor, y ahora ya me llegaron las consecuencias. ¿Creías que el accidente fue casualidad? Pues no.
No andes sola en la calle. Te buscaran, no respetaran tu vida y todo es mi culpa. Quisiera estar a tu lado para cuidarte. Te amo.”
Aquella carta me había dejado boquiabierta. ¿De quien o quienes debía cuidarme? Yo no tenía relación con ellos y sus negocios. Mi vida en peligro y yo embarazada. Mi deber era cuidar a mi bebé. Roberto no sabía que era su hijo y por el momento no se lo diría.
Me senté a descansar un poco. Tome el periódico y de inmediato me fui a la sección policiaca. Encontré una noticia muy impactante:
Se encuentra cadáver abandonado en un río. Según la identificación el nombre de este es: Dolores García Chávez. Fue asesinada por narcotraficantes. Le dieron el tiro de gracia”
¿Dolores García Chávez? Ella era mi amiga, Lola. ¿Cómo era posible eso? Solo quería que todo esto fuera una horrible pesadilla. Le rogaba a Dios que esto no estuviera pasando. Comencé a llorar, pues a pesar de lo que hizo había sido mi amiga. Trate de llamarle a Roberto para preguntarle si era verdad. Me contesto un hombre y lo único que dijo fue: “Tu novio no está disponible. Debemos arreglar algunos asuntos pendientes pero lo podrás encontrar en el panteón”.

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